Quiero compartir con
ustedes una consulta que me hizo una madre a través del blog.
Hola,
Mi hijo tiene 25 meses y estoy un poco
angustiada porque no lo puedo dejar solo, ni al cuidado de nadie, ni siquiera con
su cuidadora. Antes no había problema: se iba con todo el mundo. Ahora sólo
quiere estar conmigo todo el tiempo. La única manera de que no llore un rato es
cuando logramos que se “distraiga” con algo y yo puedo salir a escondidas para
que no me vea. En cuanto me ve salir empieza a llorar o al poco tiempo que ve
que no estoy empieza a montarla otra vez. Pero en cuanto me ve deja de llorar y
como si nada. Estoy desesperada porque
no quiero que sufra, pero yo no puedo
estar constantemente con él. Todavía no está en guardería. Quiero que sea un niño independiente. ¿Qué
puedo hacer? ¿Qué estoy haciendo mal?
Muchas gracias por tu ayuda.
M.
Hola M. Me imagino tu
angustia al no saber qué le está ocurriendo a tu pequeño. Son muchos cambios por
los que está pasando en este momento tu hijo. Para él resulta muy estresante
separarse de las únicas personas con las que ha estado hasta ahora. Ve el mundo
como un lugar muy grande y muy raro y para él, el tiempo pasa muy despacio. En
el momento, realmente “desapareces de la
faz de la tierra” y cree que no vas a volver. Un ejemplo muy claro es cuando le
pides a un niño que se esconda: por lo general cierra los ojos y, de esta
manera, piensa que ya desapareció. Imagínate que te dicen que es la última vez
que vas a ver a tu pareja o a un familiar. Yo me pongo a pensar eso y mi
reacción sería aferrarme a él y llorar desconsoladamente y gritarle: ¡no te
vayaaass! . Es lo mismo con tu pequeño:
él cree que vas a desaparecer de su vida y no hay nada que le “garantice” que tú vas a volver.
Ahora, imagínate que vas con tu pareja o una amiga a
un centro comercial y cuando te
“distraes” viendo un libro, ya no encuentras a la persona que va contigo: lo
buscas en la tienda, en las tiendas de alrededor, lo llamas por teléfono y no
contesta, lo buscas en el baño, te vas al coche porque piensas que a lo mejor tampoco
te encontró y es un lugar donde podría estar. ¡Pero no está! Pensándolo fríamente,
lo más fácil es que la reacción de cualquiera fuera de angustia. Yo me
preguntaría ¿Por qué no me avisa que se va por su cuenta? ¿Hice algo malo que
no le gustó? ¿Le habrá pasado algo? A mí no me gustaría que me pasara. ¿A ti?
En nuestra cultura,
porque algunas veces nos ha funcionado,
pensamos que es más fácil salir a escondidas… ¡SHHH NO LE DIGAS QUE ME
VOY… SHHH! Y salimos disparados y
agachados para que no vea que ya no
estamos. Por supuesto que se angustia tu pequeño cuando se da cuenta que ya no
estás, porque para él “desapareciste de
la faz de la tierra”. Su angustia es REAL, no te está chantajeando ni nada
parecido. En cuanto te ve, se tranquiliza y sigue jugando.
¿Cómo puedo ayudarlo en
esta etapa?
- Siempre despedirnos y avisar cuando regresamos.
Desde muy bebés (me
refiero desde recién nacidos) podemos ir explicándole que nos vamos, que ahora
REGRESAMOS, que iremos a la sala. Por supuesto que no te entenderá si es muy
bebé, pero así tendremos el hábito de SIEMPRE avisarle de que nos vamos pero que REGRESAMOS. Un dato
importante es que muchas veces tenemos el hábito de despedirnos pero se nos
olvida avisarles de que ya regresamos.
- Llamarles desde donde estemos.
Con tu pequeño puedes
empezar avisándole que vas a baño y que regresas, y desde el baño le estás
hablando.
- Enseñarles fotos familiares.
Desde los 10 meses de
edad, aproximadamente, se interesan por las fotografías. Puedes enseñarle fotos de las
personas más cercanas y una foto de la cuidadora, para que se vaya
familiarizando e identificándolas.
- Mostrarle Imágenes o fotos de su rutina.
Puedes hacer un álbum
con fotos o recortar de revistas imágenes de la rutina de tu pequeño. Por
ejemplo: un niño jugando, comiendo, durmiendo, lavándose los dientes. Lo pegas
en una cartulina y le vas explicando lo que va a pasar cuando tú no estés. Y
así él irá entendiendo lo que hará en cada momento antes de que ustedes
regresen.
- Contarle cuentos:
Recuerda que los cuentos
son fantásticos y le ayudarán a combatir
sus propios temores e inquietudes. El cuento que hoy recomiendo es:
“Simón. Mamá sale esta noche” de Juliet Pomés Leiz. Nos muestra imágenes de
Simón sentado en las piernas de su mamá, donde ella le explica que saldrá a
cenar pero que se quedará con su tío Oscar. A Simón no le gusta mucho la idea.
Pero en las siguientes imágenes muestra todo lo que hará con el tío Simón
mientras mamá no está. La última ilustración se ve que mamá regresa, le da un
beso pero el ya está dormido.
aCtIvIdAd: Las cosas que hago todos los días.
mAtErIaL:
- Revistas.
- Pegamento.
- Tijeras.
- Rotuladores/ plumones de colores.
- Recorte de un cartón.
eN aCcIóN:
1.Juntos ven la revista y
comentas con él lo que ven. Por ejemplo: El niño se está bañando. ¿Tú te bañas?Recortan juntos la
imagen.
2.Pegan las imágenes en el cartón.
3. Y, al final, que dibuje sobre
las imágenes.
rEcUeRdA:
Tu pequeño está en una
etapa evolutiva de muchos cambios. Él todavía no entiende que regresas pero poco a poco irá entendiendo. En nuestros talleres hablamos
sobre este tema y a través de juegos y cuentos van superando el "miedo a la separación".
2 comentarios:
Muy buenos consejos.
Todos pasamos por esa etapa antes o después. Mi hijo la está sufriendo ahora, con dos años y medio. Cada vez que me voy comienza a pedirme que por favor no me vaya y aunque sé que siempre se queda bien atendido y cuidado no puedo evitar que se me parta el corazón al escucharle llamarme.
Silvia: Como bien dices: todos pasamos por esa etapa antes o después. Y por supuesto que se te parte el corazón al escucharlo que te llama. Pero como bien sabes, con mucho amor y seguridad de que regresas pasara! Un beso grandeeeeee
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